Hace un par de semanas, escuchando a Antonio Amoedo y a Joaquín Calderón en el concierto homenaje al 70 cumpleaños de Silvio Rodriguez, comenzó a sonar Mi unicornio azul, y entonces te hiciste rostro cuando apenas llevabas días sin tu disfraz de humano, abandonado a la tristeza, a el llanto, al desconsuelo..
Entonces, lo descubrí, si, ya se que algunos dirán que la memoria nunca muere, y les doy la razón, pero se es débil y también debemos permitírnoslo para luego cabalgar triunfante en la esperanza.
Para mí fue un golpe duro, como cuando te arrancan una manta en mitad del frío, aún sabiendo que me dejaste un ejemplo, como a el mundo entero, aún sabiendo que crecí en ideales siguiendo tu camino, bajando contigo de la sierra...
Pero aquella noche, en aquella canción te vi y lo comprendí todo.
No recuerdo bien si fue con trece o catorce años cuando escuche por primera vez hablar de de ese ejercito de unicornios....
Si recuerdo que fue en voz de mi padrino, que aún en la lejanía del hogar de aquellos unicornios, militaba en el mismo gran ejercito, que siempre traía a casa para regalarnos camisetas donde ellos aparecían.
Ellos, los unicornios mas grandes, lo de colores mas bellos.
Y allí, tú, entre ellos, por ellos, comandándolos con la firmeza del creer en lo que se hace y por lo que se hace y a la vez repartiéndoles igualdad en la construcción de la esperanza.
Pasaron los años hasta que, aún también en distancia, entre a formar parte de ese ejercito de unicornios. Un día señalado en mi calendario.
Unicornios barbudos, con tabaco por cuernos de añil.
Unicornios de mil colores, verdes de esperanza y de bosque, marrones de madre tierra, rojos de la sangre que palpita y azul, tu azul repleto de el resto, de los miles.
Mi unicornio azul, nuestro unicornio azul...
Fidel, nuestro Fidel, el unicornio azul de la esperanza en el hombre.....
Gracias...
viernes, 16 de diciembre de 2016
Un gran todo de pequeñas partes
Si no aprendemos que las cosas grandes están compuestas por muchas pequeñas partes, no aprenderemos nunca a disfrutar de las grandes cosas de la vida.
Este año que hoy suma un año y dos meses ha estado lleno de pequeñas cosas, pequeñas cosas que han conformado un futuro en presente muy grande.
Crecer convirtiendo los miedos en oportunidades, descubriendo que cuando se crece entre dos, se crece más, no se aprende en dos días...
Disfrutar de cada segundo vivido, de cada caricia, de cada abrazo fuerte en el que sientes cada hueso de tu cuerpo y el suyo, de cada beso.
Adentrarte poco a poco en el mundo de la otra persona, ver y sentir que ha ido sembrando en todo el que se ha encorado con ella, esperanza, sinceridad, lucha, vida...
Encontrar tus propias esperanzas que en algún momento se adormecieron, en la esperanza común de uno en dos.
Un año y dos meses construyendo futuro en un presente infinito, uniendo las pequeñas cosas de un gran universo.
Este año que hoy suma un año y dos meses ha estado lleno de pequeñas cosas, pequeñas cosas que han conformado un futuro en presente muy grande.
Crecer convirtiendo los miedos en oportunidades, descubriendo que cuando se crece entre dos, se crece más, no se aprende en dos días...
Disfrutar de cada segundo vivido, de cada caricia, de cada abrazo fuerte en el que sientes cada hueso de tu cuerpo y el suyo, de cada beso.
Adentrarte poco a poco en el mundo de la otra persona, ver y sentir que ha ido sembrando en todo el que se ha encorado con ella, esperanza, sinceridad, lucha, vida...
Encontrar tus propias esperanzas que en algún momento se adormecieron, en la esperanza común de uno en dos.
Un año y dos meses construyendo futuro en un presente infinito, uniendo las pequeñas cosas de un gran universo.
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