Encontrar en cada segundo un tesoro.
Si cada segundo que vives lo ves como el hallazgo de un gran nuevo tesoro, tu vida se convierte en una aventura interminable, en una historia interminable.
Ojo, las aventuras no son todo alegría y diversión, también son sabiduría y aprendizaje.
Aprendizaje de que cada escalón es un nuevo trampolín, aprendizaje de que las pequeñas metas son solo parte de otras aún mayores, aprendizaje de que quien tienes delante o a tu lado es una fuente de sabiduría si hallas con amor y entusiasmo el afluente, aprendizaje de que es más fácil aprender abriéndote a cada palabra, a cada gesto, que creyendo saber que eres el profesor y no el aprendiz de la vida.
La sabiduría está en no saber nada pero querer saberlo todo. La sabiduría es no tener límites ni doctrinas más que la vida y el día a día.
Levántate sabiendo que cada segundo es una oportunidad, pero sin pretender llegar al día, al segundo o a la hora siguiente sin haber vivido en el que estás.
Desayuna como si no hubiera un mañana.
Enamórate cada instante de esa persona.
No dudes de tí ni de tus dudas.
Aprende a decirte las cosas a la cara, por muy duras que sean, sabiendo que todo es una oportunidad para sentir la vida.
Si algo te hace daño, transformarlo.
Ama como nunca lo hayas hecho,
Vive.
Gracias por hacer todo esto posible mi compañera.