domingo, 18 de septiembre de 2016

CONSTRUIR DESDE LO PEQUEÑO

  Iba a comenzar esta entrada con números, iba a contar las horas, los minutos y hasta los segundos que sumaban esos quince días que eran ladrillos de futuro.
Pero no, prefiero las palabras...

Muchas veces hemos escuchado eso de: "Una casa no se construye por el tejado". las mismas veces que nos empeñamos en llevarle la contraria  a algo tan obvio.

La casa de la que os hablaré no es la casa que por definición  podríamos leer si buscamos la palabra en  un diccionario , esta casa es donde uno se siente renacer cuando el frío no se sofoca con un abrigo y cuando la calor que quema no solo es la del Lorenzo, esta casa es futuro lleno de presente construido y por construir.
Y eso es lo que os quiero contar, la construcción en quince días de una habitación de esa casa, la convivencia.

Algunos creen que lo importante de una casa es que los acabados sean de materiales caros y muy ostentosos, yo, en cambio, creo que sin unos buenos cimientos construidos en lo pequeño la casa tarde o temprano se caerá.
Como no podía ser de otra manera, esos quince días comienzan en lo pequeño.
Un autobús y cerca de doce horas por delante que fueran elegidas y transformadas.
Doce horas que en otro transporte hubieran sido muchas menos, en un transporte que no hubiéramos podido coger..
Pero como dice alguien por ahí, somos disfrutones y hasta de doce horas supimos disfrutar para llegar a nuestro destino.
Al llegar, una casa, esta si, por definición, ofrecida y con las puertas abiertas de par en par.
Primeros días de risas y la inocencia de un niño iluminándolo todo.
A veces surge una piedra de la nada y eso fue lo que ocurrió, algunas de las puertas de esa casa se cerraron. 
Que importante es saberse en esos momentos dos y uno a la vez para encontrar ventanas donde respirar y así redescubrir cuantos valores se comparten, y que son muchos.

De vuelta, tras una semana de descanso, y mucho, mucho aprendido..
A seguir aprovechando oportunidades y a seguir creándolas.
Amigos, sierra, playa...

Cuando uno crece en lo pequeño, que bien saben los pasos dados y vividos.

Quince días para soñar que el futuro es presente vivido y que mi casa eres tú y nuestros días y nuestra risa. 








       

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