viernes, 29 de diciembre de 2017

Un mundo No Uniformado

Qué aburrido es un mundo uniformado.

Odio el mundo que crea clones vestidos con el uniforme del individualismo, que es la forma eufemística de decir egoísmo. Clones con capacidades prescritas y recetadas.
Odio a la sociedad  que cataloga al hombre y a la mujer como productos y descarta al diferente como producto defectuoso, marcando la propia palabra diferente como algo negativo.
Odio al que se sitúa por encima de todo y escribe y reescribe  a su antojo, el decálogo, multiplicándolo por un millón de veces, de lo que es normal y lo que no.
Odio esa atmósfera aburrida y triste de pasos medidos, de canciones con voces en un mismo tono y acorde.
Odio las manos frías que saludan por compromiso intentando aparentar firmeza, por dios, ¿qué es la firmeza? yo no lo sé ni quiero saberlo.
Odio las palabras vacías de corazón y sentimientos.

Y os preguntaréis, ¿todo esta lista de odios para qué?.
Aún debéis esperar un poco...

Que divertido es un mundo de diferentes.

Amo, me encanta, el mundo que crea personas vestidas de mil trajes de solidaridad, de empatía. Personas con capacidades de cada día nacidas y renacidas.
Amo a una sociedad que no tuviera que hablar de mujeres y hombres y si de personas de mil y una formas, y acoge y vive en y con todas ellas.
Amo al que se sitúa al lado de todos, sin hacerse notar, aprendiendo y aprehendiendo de cada cosa que le rodea.
Amo esa atmósfera divertida, ruidosa de pasos desiguales, espontáneos, de canciones de voces de un millón de tonalidades, algunas nunca escuchadas antes.
Amo las manos que te aprietan en un abrazo casi asfixiante, que nunca es medido.
Amo las palabras que no salen de la boca sino del corazón y pasan a los gestos, incluso ni llegando a ser pronunciadas.

Todo esto para expresar lo que sentí viendo el teatro y cada vez que vivo algo con esas personas de esas capacidades tan especiales como son esas personas de Mater et Magistra, como es Marta.
Un millón de Gracias a esa, ya mi familia, Maguillo Ramos, por dejarme vivir todo esto.







domingo, 20 de agosto de 2017

Reencontrar tus alas

A veces 15 días es mucho, otras muy poco, yo os diré que tan solo son 15 días.

Pero lo que tengo muy claro es que si tienes alas, todo es mejor o al menos una enseñanza.

Habréis escuchado, vivido, incluso dicho por vivido o no, que todo lo malo viene junto, que cuando llega una mala racha, mejor prepararse.

Pues ese viento es el que nos sopla alrededor desde hace casi dos meses.

Claro, que cuando tienes puestas unas gafas de sol y entras en un lugar cerrado, todo se ve oscuro.

La comparación es, a veces o más bien, casi siempre, un mal método de consuelo. Porque cuando comparamos nuestra situación con alguna peor, nos descuidamos, dejándonos de cuidar y no observamos esa otra situación desde la empatía sino desde la pena y el paternalismo. Y cuando la comparación es con una situación que consideramos mejor, nos pintamos de negro cada habitación de nuestra estancia emocional.

Pues en estas andamos cuando de pronto recordamos que tenemos alas.
Una risa, una sonrisa, una mirada, una caricia, un roce, un abrazo y las alas se despliegan, aunque no las veamos o no queramos verlas.

De pronto una pequeña brisa entra por la ventana y sin quererlo, comenzamos a levantar nuestros pies del suelo. Un poco de miedo por " No pisar tierra" y negamos las alas....
Agarrándonos a tierra firme cerramos la rendija por donde creemos que ha entrado la culpable.
Pasan los minutos, nos volvemos a sumir en nuestros miedos...
Pero de pronto, la pequeña brisa se convierte en viento y nos sorprendemos a dos palmos de lo conocido, de lo pintado en negro.
De nuevo un poco de miedo....el intento de racionalizar como una insípida ración de un quinto...pero esta vez algo nos impide tocar tierra firme..miramos a los lados, y son nuestras alas, desplegadas del todo, firmes...
Tán solo, aunque no querámos, nos queda volar....

lunes, 10 de abril de 2017

Gracias









Apenas te he visto en 5 ocasiones o así pero hoy te quiero dar las gracias por tantas cosas.

No voy a hablar de las dificultades ni de los momentos malos, No voy a decir que es fácil, que todo es un regalo porque las cosas a cierta distancia si que son fáciles de adjetivar.

Hoy sencillamente te voy a dar unas gracias de corazón y lo más grande que sé.

Te conozco gracias a los que te rodean, que no es poco y que me hace conocerte bien.

Gracias porque aprender a conocerte así es también  aprender a conocerme a mí, a conocer mis debilidades y mis grandezas, a que nada tiene límite si no es el límite que nosotros queramos ponerle.

Contigo he aprendido a aprehender la vida con fuerza y disfrutar cada segundo regalado.
He aprendido a que nadie sabe nada porque no hay que saber, no es importante, lo importante es sentir.

Gracias.

Gracias por esa verdad que has posado en los ojos de los que te rodean, de los que te quieren y ven en tí lo especial que eres.

Gracias por la bondad con que iluminas las sonrisas de los que aprendieron a sonreir sonriéndote y iluminan mi vida.

Gracias por el corage de vida con que armas a los tuyos y en el que yo encuentro cuando me siento débil. refugio.

Gracias por ir regalando esas gafas tan mágicas con la que ver el día a día, y que esa persona que tanto te debe me presta en cada mirada y que me hace ser mas completo, mas humano.

Gracias por dejar que hoy te vea mas protagonista de todo que lo que jamás hubiera imaginado.

Gracias Marta.

Y a vosotros dejadme que os grite ¡Que suerte tenéis!  aún con las grandes, grandes dificultades porque que es una suerte de vida, aún no entendiéndose en muchas ocasiones, me lo enseñais vosotros cada día.

Que suerte, Elena, que suerte Jose María, que suerte Jose, que mi suerte mi amor, Eva.

Y que suerte la mía poder sentirlo y sentir en mí esa suerte.

martes, 14 de marzo de 2017

Encontrar La música amando la Trama y no el desenlace



¿Cuánto tiempo pasamos sordos voluntarios buscando un soñado desenlace en una trama que no vivimos, que no amamos?

¿Cuánto tiempo desechando esa música que nos saca una sonrisa cada vez que la escuchamos o que nos hace movernos como el mejor bailarín de la historia?

Estamos malacostumbrados a que todo tenga que ser un anuncio, con nosotros de actores, con una música impuesta por la moda o por la historia o por la sociedad que nos rodea , una trama escrita que casi ni entendemos y un desenlace que alguien escribió para nosotros.

Y así nos pasamos la vida como los protagonistas de Seis personajes en busca de Autor.

Que diferencia cuando el desenlace se va formando en el amor a la trama, en cada instante, en cada nota de música no buscada que tus pasos lentos forman con esa compañera o compañero.

Como dice Jorge Drexler: Amar la Trama más que el Desenlace.

Cuando las miradas no se buscan sino que se encuentran porque abres tus ojos a cada encuentro, el destello no es una opción es un hecho.

Cuando tu oído está abierto a escuchar la vida sin pretensión alguna más que acariciarla, la música en unos labios, en unos rizos, en unas manos o en una nuca se posa cruzando a tu acera y formando tu desenlace.

Cada uno compone su música, y en muchas ocasiones queriendo escoger otras notas, ni sabe escuchar la gran canción que ha creado.

Otras veces el miedo a no saber bailar al son de esas notas creadas nos atenaza y tapamos nuestros oídos adaptándolos a las que crearon para nosotros.
Así, amarramos nuestros pies no se vayan a inventar pasos políticamente incorrectos.
Así, también amordazamos nuestra boca para no expresar lo que sentimos
Así, vivimos las vidas de otros, y nunca la nuestra, las nuestras.

Hasta que un día, por sorpresa, en un descuido, la música que sin saber hemos ido creando nos libera de todas esas cuerdas y mordazas de miedos y nos saca a bailar sin preguntarnos si queremos o nos atrevemos, porque sabe la respuesta que le daríamos...

Ese día tus pasos encuentran compañeros de baile y no piensan ni por un segundo que la música se pueda acabar porque no importa, porque ellos compondrán otra música que vivir...

https://youtu.be/QgZBKNdo8gs








lunes, 6 de marzo de 2017

Encontrar tu compañer@

Una compañer@ es aquel/a que comparte tus ilusiones, tus miedos, tus metas, tus sonrisas contigo. La o el que sabe lo que sientes con solo una mirada o una palabra, y se hace uno/a contigo. La o el que sabe sacar lo bueno de las cosas con las que con tu disfrutas, disfrutando el o ella también. La  o el que las horas transforma en su segundos encadenando risa tras risa o mirada tras mirada. La o el que deseas y sabes que construirás el resto de tu vida viviendo  cada paso en el presente. Con la o el que sientes que cada segundo lejos es una eternidad. Es aquel o aquella con la o el que aprendes a vivir, a sentir.. a o a el que no ocultas secretos porque tus labios escriben lo que el corazón bombea, la o el que sabes que el camino dónde la o lo encontraste fue el camino que siempre soñaste. Así es mi compañera, Eva, Gracias por todo

domingo, 26 de febrero de 2017

Encontrar en cada Segundo Un tesoro

Encontrar en cada segundo un tesoro.

Si cada segundo que vives lo ves como el hallazgo de un gran nuevo tesoro, tu vida se convierte en una aventura interminable, en una historia interminable.

Ojo, las aventuras no son todo alegría y diversión, también son sabiduría y aprendizaje.

Aprendizaje de que cada escalón es un nuevo trampolín, aprendizaje de que las pequeñas metas son solo parte de otras aún mayores, aprendizaje de que quien tienes delante o a tu lado es una fuente de sabiduría si hallas con amor y entusiasmo el afluente, aprendizaje de que es más fácil aprender abriéndote a cada palabra, a cada gesto, que creyendo saber que eres el profesor y no el aprendiz de la vida.

La sabiduría está en no saber nada pero querer saberlo todo. La sabiduría es no tener límites ni doctrinas más que la vida y el día a día.

Levántate sabiendo que cada segundo es una oportunidad, pero sin pretender llegar al día, al segundo o a la hora siguiente sin haber vivido en el que estás.

Desayuna como si no hubiera un mañana.

Enamórate cada instante de esa persona.

No dudes de tí ni de tus dudas.

Aprende a decirte las cosas a la cara, por muy duras que sean, sabiendo que todo es una oportunidad para sentir la vida.

Si algo te hace daño, transformarlo.

Ama como nunca lo hayas hecho,

Vive.

Gracias por hacer todo esto posible mi compañera.