viernes, 16 de diciembre de 2016

El unicornio azul

Hace un par de semanas, escuchando a Antonio Amoedo y a Joaquín Calderón en el concierto homenaje al 70 cumpleaños de Silvio Rodriguez, comenzó a sonar Mi unicornio azul, y entonces te hiciste rostro cuando apenas llevabas días sin tu disfraz de humano, abandonado a la tristeza, a el llanto, al desconsuelo..
Entonces, lo descubrí, si, ya se que algunos dirán que la memoria nunca muere, y les doy la razón, pero se es débil y también debemos permitírnoslo para luego cabalgar triunfante en la esperanza.

Para mí fue un golpe duro, como cuando te arrancan una manta en mitad del frío, aún sabiendo que me dejaste un ejemplo, como a el mundo entero, aún sabiendo que crecí en ideales siguiendo tu camino, bajando contigo de la sierra...
Pero aquella noche, en aquella canción te vi y lo comprendí todo.

No recuerdo bien si fue con trece o catorce años cuando escuche por primera vez hablar de de ese ejercito de unicornios....

Si recuerdo que fue en voz de mi padrino, que aún en la lejanía del hogar de aquellos unicornios, militaba en el mismo gran ejercito, que siempre traía a casa para regalarnos camisetas donde ellos aparecían.
Ellos, los unicornios mas grandes, lo de colores mas bellos.

Y allí, tú, entre ellos, por ellos, comandándolos con la firmeza del creer en lo que se hace y por lo que se hace y a la vez repartiéndoles  igualdad en la construcción de la esperanza.

Pasaron los años hasta que, aún también en distancia, entre a formar parte de ese ejercito de unicornios. Un día señalado en mi calendario.

Unicornios barbudos, con tabaco por cuernos de añil.
Unicornios de mil colores, verdes de esperanza y de bosque, marrones de madre tierra, rojos de la sangre que palpita y  azul, tu azul repleto de el resto, de los miles.

Mi unicornio azul, nuestro unicornio azul...

Fidel, nuestro Fidel, el unicornio azul de la esperanza en el hombre.....
Gracias...




Un gran todo de pequeñas partes

Si no aprendemos que las cosas grandes están compuestas por muchas pequeñas partes, no aprenderemos nunca a disfrutar de las grandes cosas de la vida.

Este año que hoy suma un año y dos meses ha estado lleno de pequeñas cosas, pequeñas cosas que han conformado un futuro en presente muy grande.

Crecer convirtiendo los miedos en oportunidades, descubriendo que cuando se crece entre dos, se crece más, no se aprende en dos días...

Disfrutar de cada segundo vivido, de cada caricia, de cada abrazo fuerte en el que sientes cada hueso de tu cuerpo y el suyo, de cada beso.
Adentrarte poco a poco en el mundo de la otra persona, ver y sentir que ha ido sembrando en todo el que se ha encorado con ella, esperanza, sinceridad, lucha, vida...

Encontrar tus propias esperanzas que en algún momento se adormecieron, en la esperanza común de uno en dos.

Un año y dos meses construyendo futuro en un presente infinito, uniendo las pequeñas cosas de un gran universo.

domingo, 18 de septiembre de 2016

CONSTRUIR DESDE LO PEQUEÑO

  Iba a comenzar esta entrada con números, iba a contar las horas, los minutos y hasta los segundos que sumaban esos quince días que eran ladrillos de futuro.
Pero no, prefiero las palabras...

Muchas veces hemos escuchado eso de: "Una casa no se construye por el tejado". las mismas veces que nos empeñamos en llevarle la contraria  a algo tan obvio.

La casa de la que os hablaré no es la casa que por definición  podríamos leer si buscamos la palabra en  un diccionario , esta casa es donde uno se siente renacer cuando el frío no se sofoca con un abrigo y cuando la calor que quema no solo es la del Lorenzo, esta casa es futuro lleno de presente construido y por construir.
Y eso es lo que os quiero contar, la construcción en quince días de una habitación de esa casa, la convivencia.

Algunos creen que lo importante de una casa es que los acabados sean de materiales caros y muy ostentosos, yo, en cambio, creo que sin unos buenos cimientos construidos en lo pequeño la casa tarde o temprano se caerá.
Como no podía ser de otra manera, esos quince días comienzan en lo pequeño.
Un autobús y cerca de doce horas por delante que fueran elegidas y transformadas.
Doce horas que en otro transporte hubieran sido muchas menos, en un transporte que no hubiéramos podido coger..
Pero como dice alguien por ahí, somos disfrutones y hasta de doce horas supimos disfrutar para llegar a nuestro destino.
Al llegar, una casa, esta si, por definición, ofrecida y con las puertas abiertas de par en par.
Primeros días de risas y la inocencia de un niño iluminándolo todo.
A veces surge una piedra de la nada y eso fue lo que ocurrió, algunas de las puertas de esa casa se cerraron. 
Que importante es saberse en esos momentos dos y uno a la vez para encontrar ventanas donde respirar y así redescubrir cuantos valores se comparten, y que son muchos.

De vuelta, tras una semana de descanso, y mucho, mucho aprendido..
A seguir aprovechando oportunidades y a seguir creándolas.
Amigos, sierra, playa...

Cuando uno crece en lo pequeño, que bien saben los pasos dados y vividos.

Quince días para soñar que el futuro es presente vivido y que mi casa eres tú y nuestros días y nuestra risa. 








       

domingo, 14 de agosto de 2016

Decálogo de cómo compartir con una mujer con alas.

                                 Decálogo de cómo compartir con una mujer con alas.

1. Comprender que una mujer con alas transforma cada piedra en el camino en un trampolín. Hazlo tú también.

2. Una mujer con alas siempre tiene sus alas preparadas para quién las necesita, no entiende de egoísmos. Aprende de cada una de sus plumas, de su calor, de su comodidad....

3. Las mujeres con alas se dejan llevar por el viento, aprenden de cada situación y disfrutan de ellas, déjate llevar por ellas y disfruta tú también del paisaje.

4. Las mujeres con alas necesitan saber que tienen un nido acogedor hecho de besos y abrazos, aunque nunca lo digan, sé tú su nido.

5. Las mujeres con alas son discretas, quizás te parecerá no verlas, cuando sea así, tan solo escucha tu respiración y descubrirás la suya acompasándose a la tuya.

6. Las mujeres con alas nunca piden ayuda, observa su ritmo de vuelo, su cadencia, cada uno de sus movimientos y acompáñala en él, compartiendo cada segundo.

7. Las mujeres con alas muchas veces se olvidan de que pueden volar, recuérdaselo, haciéndole reír a carcajadas, haciéndole sentir como lo que es, única, viviendo.....

8. Las mujeres con alas tienen esquinas de piel donde disfrutan en soledad, aprende a encontrarlas y cuídalas para cuando quiera ir a ellas a vivirlas.

9. Las mujeres con alas a veces olvidan el presente y no lo disfrutan pensando en el futuro, sé tú el compañero de su futuro en presente, y hazle disfrutarlo.

10. Las mujeres con alas siempre dentellean cuando hablan, cuando sonríen, cuando lloran, cuando miran... recuerdáselo y súbete en su destello ofreciéndole el tuyo.

martes, 19 de julio de 2016

Construyendo futuro en Presente

Conocer gente nueva, interesarse por algo que no hubieras hecho nunca. Eso es lo que hice hace un año, dejarme conocer por personas que ahora son imprescindibles de esos que dijo Bretch para, tras abrir esa puerta , abrir una ventana dentro de esa habitación en la que me adentraba, y aventurarme en un proyecto gustoso y deseante que comenzaban a construir unas amigas, algunas, ahora imprescindibles y otras que ya entonces lo eran.

Son gestos pequeños los que consiguen grandes metas, y estos no fueron menos.

Risas, ideas,  planificaciones, cerveza, una foto y todo con el descubrimiento de una terraza que hoy es un cielo donde comparto y construyo futuro en presente.

Cuando uno decide estar con la vida abierta a lo que hay a tu alrededor, todo empieza.

El verano como un tiempo para que todo madurara y Septiembre y principios de Octubre para empezar el curso de una vida.

No es necesario saber la meta para disfrutar andando y así lo hacía yo con cada paso, adentrándome sin saberlo en un camino de cómplices, de mucho mas que dos.


Compartiendo noche de complicidades,
                   de amistad,
de lugares nuevos descubiertos.



Y encontrando gustos en común para poco a poco encontrar lo que aunque no se es consciente, se está buscando.


        Y así, disfrutando de las pequeñas cosas

           han pasado ya 9 meses

                 construyendo un camino infinito

                                 hacía un futuro presente.

            Todo nacido de pequeños gestos.


                                       

                   

martes, 12 de julio de 2016

Descubrir lo pequeño del camino para crecer y construir futuro

Cuantas veces nos afanamos en buscar en lo grande, lo lujoso y hacemos lo fácil, difícil. Yo en cambio hace ya un tiempo que decidí hacer el camino a la inversa, convirtiendo lo difícil en fácil, dando pequeños pasos para alcanzar pequeñas metas que van construyendo una meta enorme para el corazón y las ganas, para mi propio crecimiento que no es más que un crecimiento en compañía de compañeros del viaje mas maravilloso, la vida.

Queremos llegar al Sol y no pensamos que si no vamos mirando al suelo que nos lleva hasta él , nos tropezaremos una y otra vez, sin aprender de la caída, incluso haciendo más grande la siguiente, acercando los obstáculos a nuestros pies en vez de aprender de ellos para hacernos más audaces.

La luz del Sol nos ciega pero no porque no podamos exponernos a ella si no porque no sabemos exponernos a ella. Cuando somos niños aprendemos a caminar antes que a correr, porque así seremos mejores corredores sin dejar de ser esos niños. Debemos aprender a disfrutar de cada paso, de los que aparentemente  nos hacen avanzar y de los que nos paran en seco, porque ambos nos hacen crecer.

Pero el aprendizaje no se consigue con la mirada inmóvil en un punto conocido tan solo en sueños y lejano ni con los pies con zapatos cómodos pisando el suelo que siempre pisaste.

Hay que abrirse a las ganas de tener ganas de descubrir ganas de disfrutar cada segundo del camino.

Ese es el truco para encontrar lo grande en lo pequeño, el futuro en lo presente, lo gustoso en lo nuevo de lo nunca descubierto.

Y así de fácil y a la vez complicado aparece la compañera perfecta de ese maravilloso viaje que te hace ver todo esto.